10 Ago
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Ezequiel Ramos Chavez: “Si tenemos la posibilidad de llegar lejos, la vamos a aprovechar”

Al margen de Sportivo, Independiente y Arenal -clubes de larga tradición basquetbolística del partido de Escobar-, Boca del Tigre está desarrollándose como una nueva alternativa en el deporte de la pelota naranja, siendo uno de los tres conjuntos de la zona que participa en el torneo Flex de la Federación de Básquet del Área Metropolitana de Buenos Aires (FEBAMBA). Por eso, RDE charló con Ezequiel Ramos Chavez, entrenador del conjunto de la calle Tapia de Cruz, sobre la actualidad de sus dirigidos y otros temas más.

Dejaron la LIBATRES después de una linda experiencia y hoy están en el Flex de FEBAMBA, ¿cuál es el objetivo?

Como siempre, al ser un torneo nuevo y que no conocemos, la idea es participar e ir adaptando la cabeza de uno que quiere ganar y salir campeón. En un principio, poder tener el club en condiciones. De hecho, tuvimos que agrandar la cancha, pintar y demás para que nos permitan jugar. Una vez adentro, con la inscripción, es estar en competencia. Con Boca tenemos esas ganas de estar siempre más alto de lo que podamos jugar. Como el torneo es muy largo, la idea es ir pasando fase por fase, ver con qué nos encontramos y más adelante, si se nos da la posibilidad y estamos a la altura, tratar de salir campeones. Estamos tranquilos, es el primer año y no tenemos apuro, pero siempre soñamos con esa posibilidad.

¿Qué dejó la experiencia  en la LIBATRES?

Nosotros teníamos un plantel con muchos jugadores que ya conocían el torneo y con mucha experiencia. Si bien veníamos de salir campeones de la B con un equipo bastante competitivo, en el que yo estaba como profe, al año siguiente, que yo me sumé a jugar, tuvimos inconvenientes para armar los equipos, los entrenamientos y demás. Otra vez estuvimos con el tema de la ansiedad por ganar, pero llegamos a semifinal, que es a lo que siempre apuntamos: subir a lo más alto y estar en un nivel competitivo respetable. Es un torneo que nos abrió las puertas para seguir pensando en cosas más grandes y poder estar acá ahora, en un campeonato que no es mejor pero tiene otro tipo de organización. Fue un buen paso para que hoy podamos estar donde estamos.

¿Cómo es el nivel del Flex? ¿Es un salto de calidad?

Es muy variado el nivel. Hay varios equipos que estaban en la Tres de Febrero y, al ser disuelta la liga, también se tuvieron que sumar. Tenemos una variedad de rivales de nivel muy alto y otros que están al mismo nivel nuestro o que son bajos pero que tiene 2 o 3 jugadores que te cambian la historia. En resumen, son ocho zonas de 10 equipos por zonas, dividido todo por región. En nuestra zona ganamos 4 o 5 partidos cómodos, hemos perdido y los otros en que obtener la victoria nos ha costado laburo. No podés sacar el pie del acelerador nunca, porque se te vienen. Hay muchos equipos con cadetes y juveniles, clubes como San Fernando que tienen tres niveles y tienen jugadores que realmente están para jugar y están esperando que su entrenador los vea y los lleve a primera, por eso no aflojan nunca. Eso hace un nivel que se respeta, está lindo y vale la pena realmente.

Entonces, ¿la idea este año es conocer la categoría, el sistema de juego y proyectar a futuro?

Paso a paso, como dirían los que saben. Nosotros queremos meternos en la segunda fase, después intentar pasar al otro nivel y llegar a los playoffs. A partir de ahí, te puede tocar ganar o perder. Siempre apuntando a no soñar tan alto, aunque sabiendo que si está la posibilidad la vamos a aprovechar.

¿Cómo están trabajando hoy a nivel básquet y cómo se conforma la primera?

Nosotros venimos en un proceso con mi hermano (Nicolás) hace ya bastante tiempo. Antes de estar en la Tres de Febrero nosotros jugamos otros torneos con el Boca, donde jugaba yo, él y 6 o 7 chicos que estamos compitiendo en Federación y nos lo permitían.  A su vez, teníamos a los chicos que ahora están con nosotros y los hacíamos jugar en la Liga de San Fernando, un campeonato que se juega fin de semana por medio. Iban de a poquito metiéndose en los partidos sabiendo que iba a pasar esto, que mi hermano ya no iba a estar más, los otros chicos tampoco y se iba a acabar. Hoy tenemos siete jugadores mayores con los que contamos y el resto son pibes de entre 20 y 14 años, que juegan a la altura de los más grandes. Nos desligamos de mi hermano Mariano, que era el gran responsable, y este año definimos que la responsabilidad recaiga en el equipo. Que el juego no dependa solo de uno, sino que sea algo colectivo. Le estamos dando muchísimos minutos a los más chicos y los más grandes van acompañando.

¿Ya han podido conformar un grupo de inferiores o hay que seguir sembrando?

Es un trabajo que viene muy lento por muchísimas cosas. El año pasado cerramos con 15 o 20 chicos de minibásquet y teníamos la misma cantidad de una edad variada, que ya podíamos ir separando, pero al ser un club nuevo en este deporte con las vacaciones vas perdiendo continuidad y al no tener competencia algunos le agarran el gustito y se van a Sportivo o Independiente. Se complica un poco, pero siempre tratando de no perder la esperanza o la confianza y apostando a eso para competir con ellos en la liga Flex.

¿Cómo son los horarios de básquet hoy?

Tenemos al profe Fernando Torres, que juega con nosotros también, que está con la escuelita de 17:30 a 18:30 con chicos de entre 6 y 10 años, más o menos, y después trabajan conmigo de 18:30 a 19:30 los chicos de entre 14 y 17 años. La primera división trabaja a partir de las 20 en adelante; de hecho, hay veces que nos quedamos hasta las 23 y acá no nos dicen nada.

¿Están con la cabeza solamente en Flex o pensando más en sumarse a una liga zonal?

No, hoy por hoy solamente Flex es por lo único que estamos apostando. A principio de año con un par de locos más soñamos con anotarnos en la Zárate-Campana y no se pudo resolver por un tema de chicos y demás. Hoy estamos acá y creemos que es un buen paso y un buen camino usando a otros de experiencia, como el caso de Independiente con José María (Urriza) que empezó en la LIBATRES. Creo que es un buen paso y es el camino nuestro: sumar chicos y apuntar a esto, que nos da la posibilidad. Después, sea en el tiempo que sea, ver si podemos entrar en alguna Federación.

Hace un año o dos le preguntábamos a tu hermano Nicolás sobre la idea de sumarse a la ABZC, ¿sigue el proyecto en pie?

Sí, porque nos queda cerca y tenemos clubes amigos que la juegan. Aparte, yo me críe jugando la Zárate-Campana y sé que es una liga con un espacio que te permite crecer muchísimo pensando en que es competitiva. Los de la B quieren salir campeones para ascender, los de la A para jugar el Provincial… Te da cosas para crecer, no te pone techo y siempre soñamos con eso.

Volviendo al Flex, ¿cómo viene el tema fechas? ¿Están al día?

Esta semana y la otra tuvimos un receso, pero ya la semana que viene ya volvemos a la competencia. Nos toca enfrentar al bicampeón, Victoria, acá, que fue un partido durísimo en cancha de ellos. Arrancamos la segunda rueda con un récord de ocho ganados y cuatro perdidos, veremos si podemos mejorar un poquito para pensar en lo que vendrá después.

Hay mucho entusiasmo con este proyecto y la idea de seguir formando jugadores de básquet, ¿no?

Siempre hablamos con mi hermano Nicolás de formar, que es algo que me enseñaron mis viejos. Sacar a los pibes de la calle, que tengan un lugar donde estar a pesar de que se complique el tema de la plata o los materiales. Conmigo no hay tema de edad, siempre le digo a todos que sí. Todos tienen la posibilidad, un lugar y un espacio para que se sientan cómodos y hagan lo que a mí me apasiona y les trato de transmitir para que se contagien.

Próximo partido:

Boca del Tigre-Victoria “A”, este domingo desde las 20.

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