11 Jun
9:50

Manuel Belgrano lo ganó en la última y sumó sus primeros puntos en la Reubicación del Grupo I

De la euforia a la desazón, del sufrimiento a la tranquilidad y del nerviosismo a la felicidad del final. Así se vivió el duelo entre Manuel Belgrano y Delta, que abrió la zona A de la Reubicación del Grupo I de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) en Maschwitz. A pura perserverancia, los Maristas batallaron con un duro rival durante los 80 minutos de juego para quedarse con la victoria por 25-23 en la última jugada del partido y así estirar el invicto en su casa.

En el inicio, el destino pareció guiñarle el ojo al conjunto local, porque la visita falló un penal clarísimo y sus forwards, a base de empuje, forzaron otros dos a su favor. Consecuencia: en los primeros 15, gracias a la precisión del fullback Santiago González Fischer, inauguró el marcador y se fue 6-0 arriba.

Las intenciones eran todas de los dirigidos por Facundo Salas, que manejaban la tenencia de la ovalada, apabullaban a su rival en cada scrum y ruck y se acercaban peligrosamente al ingoal contrario. Al ser un equipo tan joven, algunos errores de manejo propios del nerviosismo o la ansiedad impedían materializar ese dominio cuando solo faltaba la puntada final. “Cuidemos la pelota” y “control” eran las dos frases más repetidas desde el banco.

A todo esto, la escuadra de Benavidez no era un simple partenaire. No tenía la guinda en su poder, pero de a ratos presionaba y hacía jugar al filo a su rival. Predominante en los lines, el tricolor merodeó la zona de try en varias ocasiones, hasta que a los 32 minutos lo logró por intermedio del debutante Joaquín Elizarraga, aunque no fue convertido.

Cinco minutos después, Manuel Belgrano reaccionó y llegó al ingoal por intermedio del wing ciego Cifone, quien culminó una jugada por la izquierda tras un grosero error del rival en una salida de 22. González Fischer convirtió y la distancia era de 8 puntos, pero la visita forzó un penal y el marcador quedó 13-8 al descanso.

Las emociones fluyeron en el complemento. Incisivo, Delta salió cargado de energía y llegó a anotar rápidamente gracias al wing Vicente Biet. En la conversión la pelota pasó por medio de los palos y por primera vez en la tarde, la visita pasó al frente.

Ya por entonces, el juego estaba friccionado y se cortaba demasiado, ya sea por penales o jugadores que terminaban lesionados. A los 24 minutos, el combinado Marista jugó rápido un penal, Raffo escapó y Nicolás Aguirre Pini facturó para tomar momentáneamente la ventaja, porque a los 31, Biet llegó nuevamente al ingoal local y  el tricolor -con un jugador más- puso el 20-20. Para colmo, un penal le dio ventaja de tres unidades a los de Benavidez, a falta de nada para la finalización del encuentro.

Manuel Belgrano dominó ampliamente en el scrum.

Manuel Belgrano dominó ampliamente en el scrum.

La victoria y el invicto casero se escurría de las manos de los muchachos de Facundo Salas, pero al encuentro -accidentado por naturaleza- le quedaba un capítulo más. Con el tiempo cumplido, Manuel Belgrano empujó con el scrum, forzó la amonestación de un primera línea del rival y aprovechó su desconcierto para llegar a anotar en la punta derecha con Federico Schlotthauer. Los jugadores visitantes salieron disparados a protestar contra el árbitro, pero el juez ni se inmutó y el triunfo marista fue un hecho. Cuatro puntos fundamentales que sirven para soñar con volver al Grupo I de la URBA, aunque recién va una fecha y queda mucho camino por recorrer en la zona A de la Reubicación.

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