Escobar voley ganó y sigue avanzando

Por la última fecha de la rueda de clasificación, el conjunto de Jorge Malina, obtuvo un triunfo agónico ante Tortuguitas B por 3-2 (25-22/25-22/25-27/19-25/16-14). Con esta victoria el equipo local se aseguró un lugar en el reducido para ascender a la segunda categoria de la Federación Metropolitana.

El encuentro fue de menor a mayor. Al principio la diferencia entre ambos era claramente a favor del local. Los ataques por las puntas eran puñales para la defensa de Tortuguitas quienes intentaron, con la experiencia y la constancia, detener la ofensiva de Escobar. En el primer parcial el tanteador llegó a 19-13 para Jorge Malina y compañia, pero allí comenzó el karma de este equipo, la inseguridad para cerrar los sets. Es así que se le dió la oportunidad a la visita para ponerse a tiro, pero el parcial ya estaba sentenciado y Escobar se llevaría el triunfo por 25-22.

Ya en el segundo tramo las cosas eran parecidas. Lucas Lopez y Manuel Chiosso parecian la dupla perfecta para los contragolpes locales. A su vez, los visitantes se favorecian con los errores no forzardos de Escobar, ya que era tanto el entusiasmo que había por parte de los jóvenes que hasta erraban contra-ataques muy simples de resolver. El segundo turno terminó igual que el primero, pero ya se veia como el equipo de Jorge Malina bajaba el ritmo y el nivel.

El tercer set fue decisivo para Tortuguitas B, quienes aprovecharon completamente los errores de los locales, pudiendose llevarse un parcial muy dificil que se resolvió a lo último. Fue un 27-25 que dejó muy enojado al cuerpo técnico de Escobr Voley, ya que no pueden definir las situaciones y cerrar un partido que estaba claramente controlado.

En el anteúltimo parcial la bronca de Malina era abrumadora, es por eso que sienta en el banco a uno de los mejores jugadores, Lucas Lopez, quien en el 3er set no pudo con ninguno de sus ataques. En ese momento se ve otro quiebre en el partido, ya que los jugadores locales se dan cuenta de que si perdian el encuentro era por ellos y no por virtudes del rival. Pero, lamentablemente, ellos mismos son los que deciden, con sus actitudes y su flojo nivel, estirar el match a un último set.

Justamente allí es donde se cambia la cara del equipo, que comienza a ser más eficaz y detonador en los ataques. Los seis jugadores dentro del rectángulo se dieron cuenta hasta donde llegó su desatención y deciden darle punto final a un partido que se debió terminar en los primeros tres parciales, pero por inseguridad y nerviosismo se fue en cinco tramos.

Con este resultado el equipo culminó cuarto en la tabla de posiciones, integrando el grupo que va a disputar el ascenso a la segunda división.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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