Nieto: “Venimos en busca de fundamentos”
Vladimir Nieto es colombiano, pero representa a la Federación de Fútbol de Estados Unidos, tanto de hombres como de mujeres, siendo justamente entre las damas una de las potencias mundiales. Vladimir trajo al país 13 directores técnicos del fútbol infantil de América, para que observen como se trabaja en Argentina en las inferiores de los clubes. La semana pasada dio una clínica de fútbol en Sportivo Escobar, que fue bien recibida tanto por los varones como por las mujeres que entrenan allí. RDE tuvo la oportunidad de dialogar con él para conocer sus ideas y objetivos. Por otra parte, también comentó que Estados Unidos debe estar agradecido de participar en el Mundial de Brasil 2014, y que no se espera que supere la primera rueda.
¿Qué andan buscando en esta visita por Argentina?
El objetivo de nuestra visita es traer técnicos de clubes para que verdaderamente sientan el fútbol. En muy pocos países está el entorno futbolístico, la pasión, la entrega, el periodismo, el drama que siempre se forma alrededor del fútbol. Las infraestructuras que tiene los clubes, como desarrollan los jugadores para llegar al nivel internacional. Que vivan lo que es ver un River, un Boca, Vélez. Que verdaderamente sepan lo que es vivir el fútbol, que solamente aquí en estos países se puede hacer. En Estados Unidos es muy cosmético, muy frío. Vas a un estadio y nadie dice nada. Entonces ese es el objetivo principal.
¿También vinieron a ver como se trabaja en los clubes que no son grandes?
Sí, por ejemplo estuvimos en Barracas, para poder ver un poco la infraestructura fuera de los grandes clubes. Ver futsal también es uno de los objetivos.
Vienen en busca de ver cómo se trabaja en las inferiores, ¿sobre todo en lo técnico?
Sí, claro. En el aspecto técnico y táctico, lo que es el fútbol global. Acá hay un entorno muy competitivo, donde desde niño empiezas a competir y a ganar, a desarrollar una cultura ganadora.
¿Ustedes quieren perfeccionar el fútbol en Estados Unidos?
Más que perfeccionar, venimos en busca de esos fundamentos. De cómo desarrollarlo a largo plazo. Estados Unidos tiene una cultura donde todo es rápido: comida rápida, gratificación rápida, y en el fútbol hay que sembrar a largo plazo.
Hoy estuvieron en La Candelita viendo el entrenamiento de las inferiores de Boca. ¿Que se llevaron de ahí?
Primero estuvimos presentes en la cancha viendo Boca- Olimpo. Hoy en la candela vimos cómo hay un complejo exclusivamente para un club, donde van todas las divisiones y son entrenados por figuras del fútbol internacional, como Navarro Montoya, Soñora, que jugó en clubes de América. Ver como los niños son impactados directamente por jugadores que han estado en lo máximo del fútbol internacional.
¿Los técnicos que ustedes traen trabajan tanto con varones como con mujeres?
Exacto, porque en Estado Unidos es una potencia en el fútbol femenino. Allá se entrena mucho con niñas como también con niños, pero quizás más con niñas que con niños.
Ustedes trabajan en clubes, no en universidades.
Sí, en clubes juveniles que tienen niños desde los 12 hasta los 17 años. Como no hay una infraestructura profesional después de los 16 o 17 años, ya comienzan a mirar al nivel universitario.
¿Qué actuación espera de Estados Unidos en el mundial que se está por venir?
Creo que es un milagro que Estado unidos vaya al Mundial. Para ellos ir a un mundial ya es una victoria. Le tocó un grupo dificilísimo con Alemania, Portugal y Ghana, que siempre ha eliminado a Estados Unidos. Por ahí saca un punto, que le gane a alguien sería un milagro, pero es un balón redondo y cualquier cosa puede pasar.
¿No cree que enfrentar rivales como Portugal y Alemania ayude al crecimiento de este deporte?
Puede ser un chuchillo de dos filos. Si quieres ser grande, tienes que jugar contra los grandes, pero por otro lado puede pasar una vergüenza como puede ser perder 5 a 0 con Alemania o 4 a 0 con Portugal. Por ahí en ese aspecto no ayuda porque la prensa estadounidense, aunque no está muy metida en el fútbol, aprovecha esas situaciones negativas para amplificar las derrotas.
