18 Jul
10:25

Sebastián Ybares, el maschwitense que rompe redes en el ascenso

Con pasado en el Deportivo Armenio de su ciudad natal y formación en las inferiores de dos clubes grandes del ascenso como Chacarita y Platense, este joven delantero de 22 años es una de las novedades del fútbol de los sábados. Su interesante temporada goleadora en Primera D con la camiseta de Central Ballester llamó la atención de Leandro N. Alem, que lo sumó a sus filas para el próximo torneo. “Vengo con la idea de agarrar ritmo con la pelota y, por lo menos, hacer la mitad de goles que el año pasado”, afirmó en charla exclusiva con RDE.

¿Dónde fueron tus primeros pasos en el fútbol?

Hice las inferiores en Chacarita y después pasé a Platense, donde llegué hasta la quinta división. Después me fui a Armenio y ahí debuté en primera en 2016 con 20 años. Al año siguiente me tocó irme y llegué a Ballester, donde estuve una temporada.

¿Cómo es tu actualidad? ¿Cómo fue jugar en una categoría amateur como la Primera D?

Es algo complicado. La mayoría de los chicos trabajan, ahora hay muchos menores que no tienen la posibilidad de jugar en clubes de más arriba y terminan llegando porque es una vidriera para mostrarse y poder subir.

¿Esperabas marcar tantos goles en la pasada temporada?

Yo llegué con un objetivo: jugar. Esa fue la clave, porque en la primera fecha ya metí un gol y creo que la confianza en el jugador y, sobre todo, en el delantero es importante. A partir de ahí se fueron dando las situaciones fecha a fecha y fui tomando más confianza para terminar la primera rueda con ocho goles.

¿Cómo es el día a día jugando en un club de la D como Central Ballester?

Es complicado y casi siempre tenemos laburos propios o con un familiar con el que podemos acomodar el horario. El fútbol te demanda tiempo también. Entrenamos a la mañana y después a trabajar como en mi caso, que soy mozo y lo hago desde las 6 de la tarde hasta la 1 de la mañana y al otro día tengo que levantarme para entrenar. Ese es el laburo del ascenso.

En cuanto al nivel, ¿es tan amateur como se cree o hay competitividad?

Todos los jugadores se lo toman muy profesional. Yo creo que se dice que la D es amateur, pero no lo es porque, por más que solo se cobre un viático para ir a entrenar, lo tomamos todos así para seguir escalando en el fútbol.

¿Cómo te definís como jugador?

Mis primeros pasos fueron jugando por afuera, de 7, y algunos técnicos me fueron reacomodando a la posición de 9. No soy tan grandote como lo son los 9 del ascenso, que son gigantes y de aguantar. Yo tiro diagonales y soy corredor.

¿Cómo definirías a Alem? ¿Cómo llegaste?

Yo estaba entrenando en Ballester, iba a seguir ahí. Se comunicaron los dirigentes entre ellos y me dijeron que había un interés de Alem y yo le di el sí. Después me llamó el “Lobo” Cordone (N de R: Carlos, DT del club).

Para quienes no lo conocen, ¿quién es Cordone?

Un lindo muñeco (risas). Yo me decidí a ir a Alem por su trayectoria, lo que fue como jugador y creo que, como le dije a mis compañeros, con él puedo mejorar, me va a enseñar muchas cosas.

¿Qué creés que te puede dar él a vos?

Me puede enseñar muchos movimientos. Uno a veces cree desde adentro de la cancha que tiene la razón y él desde afuera siendo un delantero con experiencia que jugó en el exterior y en todos lados me puede dar muchos consejos para explotar mis habilidades adentro de la cancha.

¿Cómo es tu entrenamiento diario? ¿Cómo es viajar hasta General Rodríguez todos los días?

Es difícil. Los primeros días me estaba alcanzando mi papá, porque no tengo auto. Él trabaja en una fábrica de noche y hacía el sacrificio de llevarme sin dormir. Yo me levanto 6:15 y salíamos una hora después para llegar alrededor de las 8:30 o 9. A esa hora entreno y después duermo una siesta recuperadora para poder entrar a trabajar a la pizzería.

¿Qué esperás de la C a comparación de la D, futbolísticamente hablando?

Yo tuve una pequeña experiencia en Armenio, donde debuté y estuve casi un año con el plantel. Creo que es un juego más rápido, hay un poco más de espacios que en la D, donde las canchas son más chiquitas. También hay jugadores mayormente dotados técnicamente y está siendo más competitiva porque, por lo que veo, están sumándose muchos jugadores que vienen de la B Metro, la B Nacional o tienen pasado en primera, como la CADU que ascendió y tiene a (Andrés) Franzoia y (Pablo) Velázquez.

¿Qué objetivos te trazaste y cómo te imaginás tu desempeño?

Vengo con una idea que es ponerme bien físicamente, agarrar ritmo con la pelota y confianza. A partir de ahí, jugar y, por lo menos, hacer la mitad de los goles que hice la temporada pasada.

¿Qué competencia vas a tener en el plantel?

El 9 que está es Víctor Meza, que jugó en Cañuelas y mide 1.90. Tenemos diferencia, porque yo mido 1.76, es diferente en sus características y para lo que es el ascenso él encaja perfecto: aguanta los bochazos de espalda. Yo sería un acompañante, un segunda punta al igual que Jorge Piris, que salió de Chacarita y jugó en el fútbol chileno.

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