Juan Ignacio Galarza: “Estar dentro de los mejores 300 del mundo sería lo ideal”
Recién llegado de una extensa gira por Europa aunque ya con la mente puesta en lo que se viene en el futuro próximo, el tenista escobarense dialogó en exclusivo con RDE e hizo su balance de lo que fue su rendimiento en los courts del viejo continente, donde compitió en torneos challenger y hasta se dio el lujo de compartir cancha con el correntino Leonardo Mayer. Además, dejó claro cuál es su desafío en las próximas semanas: “Quiero escalar lo más que pueda en el ranking de singles”.
-Tuviste una extensa gira por Europa, ¿cómo te fue?
-Sí, recién llegue el miércoles. Estoy bastante cansado, fueron tres meses compitiendo por allá, pero ahora estoy tratando de descansar un poco y pasar un rato con familia, seres queridos y demás para descansar un poco la cabeza y volver.
-¿Cuál es tu balance?
-El balance es positivo. Por más de que el objetivo era obtener más puntos en singles, se subió mucho más el nivel de lo que esperábamos en cuanto al tenis, levantamos mucho en la estrategia, potencia y velocidad de juego y tuvimos la suerte de compartir varias semanas con Leonardo Mayer, jugué dobles con él y por suerte nos fue muy bien.
-¿Cómo fue compartir cancha con Leonardo Mayer?
-Obviamente que fue un aprendizaje enorme y una experiencia grandísima el haber compartido torneos con él tanto dentro como fuera de la cancha. Es un jugador de mucha categoría, que ahora está volviendo a su nivel y encontrando nuevamente confianza en su juego. Estar al lado suyo suma mucho y me sirve mucho para mi futuro el ver como un jugador top se maneja dentro y fuera de la cancha.
-Vos venías jugando torneos futures, ¿se sintió la diferencia en los challengers?
-Obviamente que como en todas las etapas se siente la diferencia de nivel. Lo mismo que cuando se pasa de junior al profesionalismo y así sucesivamente. Lo notamos en la intensidad, el volumen de juego, en la mayor concentración dentro de la cancha, pero como experiencia sumó un montón, al igual que en lo físico y mental. Además pude jugar en la clasificación de dos ATP 250 como Bastad (Suecia) y Kitzbuhel (Austria) que no estaba en los planes, pero por suerte pude entrar por ranking. En lo personal me llevo muchas enseñanzas, sabemos que es un escalón más alto que al principio puede costar la adaptación, aunque sabemos que tenemos las armas y el equipo de trabajo como para llegar a ese nivel y tratar de lograr grandes cosas.
-¿Qué faltó para obtener un poco más de puntos?
-Al principio, en las primeras semanas, nos costó mucho la adaptación a la velocidad y al nivel de juego que tienen los europeos al estar acostumbrados a jugar todo el año en su continente. Ellos tienen la ventaja de hacer base ahí y poder volver rápido a su casa; nosotros no tenemos la posibilidad de tener ese descanso y ese ritmo, con torneos toda la semana. Eso para ellos está buenísimo y facilita sus posibilidades de escalar en el ranking y conseguir un mejor nivel. La velocidad y la potencia que uno ve en el tenis europeo, que acá no se acostumbra, fue lo que más costó, pero a medida que fueron pasando los días pudimos acostumbrarnos y competir a la par.
-¿Hay una diferencia en el nivel o solo ese detalle del descanso?
-Corren con cierta ventaja porque están descansados y no tienen un nivel alto de stress. Los jugadores sudamericanos siempre estamos lejos de casa, sin la familia y es muy difícil hacer base en un lugar. Entonces estás todo el tiempo viajando, en hoteles, y no tenés tiempo para volver, estar con tus amigos, descansar. Eso a veces hace todo un poco más difícil, pero es la mayor ventaja que ellos tienen, además de que tienen torneos todas las semanas. El nivel te lo da rodearte de buenos jugadores y competir con ellos todas las semanas.
-Teniendo en cuenta lo que decís, ¿vos pensás seguir haciendo base en el país o planeas irte a otro lado?
-Por el momento yo tengo a mi equipo de trabajo con el que estoy hace casi dos años y estoy muy cómodo y contento con los resultados que venimos obteniendo hasta ahora. Así que por ahora haré base en Buenos Aires y viajaré cada vez que tenga la posibilidad de competir, ya sea en Sudamérica, Asia o Europa. En un futuro, si existe la posibilidad analizaré los pros y los contras y decidiré.
-Cambiando de tema, ¿qué opinión te merece la actuación de Argentina en la Copa Davis?
-Creo que la mayoría de los tenistas coincidimos que la Copa Davis es un mundo aparte. Va más allá de un Grand Slam, un Masters 1000 o un ATP y creo que es una cosa de lo más gratificante y de mayor honor que uno puede tener. Jugar representando a tu país es increíble, pero así también tiene sus presiones. Todavía es una deuda pendiente y creo que si se le preguntara a cualquier tenista argentino, todos desearían más que nadie ganarla. Es difícil, es un equipo en el que todos siempre tiran para el mismo lado, pero además tiene que haber buena relación entre los jugadores, armar un buen grupo y todo depende de ellos y los rivales. Ahora toca con Gran Bretaña que tiene a Andy Murray (N de R: N°2 del ranking) y su hermano Jamie, que es un doblista muy fuerte. Veremos cómo sale todo, aunque no tengo dudas de que Argentina tiene chances de ganar.
-¿Cómo sigue tu año competitivo?
-Por el momento me quedan algunos días de descanso. Estoy con un tratamiento de rodilla, que no es nada grave, pero me ayuda a recuperar un poco el físico y descanso un poco la mente también. El 20 de septiembre muy probablemente esté viajando a Santos (Brasil) para jugar un Challenger y después emprenda una gira por Sudamérica, que incluye Guayaquil (Ecuador), Lima (Perú), Montevideo (Uruguay) y Barranquilla (Colombia). Lo más probable es que compita en esa seguidilla de Challenger y que más adelante, en diciembre, vaya mechando con algunos futures que se harán en República Dominicana, aunque aún no es nada seguro.
-¿Cuál sería el objetivo de la gira?
-Escalar lo más que pueda en el ranking de singles. Estar dentro de los mejores 300 sería lo ideal, así que esperemos estar lo más cerca posible. Las expectativas son mejorar el puntaje y tener un buen rendimiento en la gira de challengers.