
La nadadora Lorena Fernandez realizó el Cruce del Canal de Beagle
La nadadora escobarense, Lorena Fernández, realizó el cruce del Canal de Beagle desde Chile a la Argentina, sobre una distancia de 9K con un registro de 34M49S. logrando un objetivo personal de relevancia con un mensaje de paz entre ambas naciones.
En una entrevista mano a mano que obtuvo este medio con la deportista, nos comparte en detalle todo sobre este objetivo cumplido.
Experiencia cruzando el Beagle:
“La idea de hacer el cruce del canal del Beagle surgió un poco de lo que son las aguas abiertas, que es lo que a mí en esto me gusta, más allá de mi base en el atletismo. Entonces fue buscar un objetivo. Me gusta la idea de hacer cruces: he hecho carreras de aguas abiertas en Entre Ríos, Buenos Aires, ya sea en lagos, lagunas o ríos”
“Esto del cruce me pareció algo interesante porque está bueno también transmitir a través del nado un mensaje de paz. En este caso era unir a Argentina y Chile. No nos olvidemos del conflicto que nosotros tuvimos con Chile. Entonces a través de brazadas tratamos de concientizar y de dar un mensaje de paz. Que se puede amalgamar y estar en armonía con la naturaleza y con dos países que vivieron algo de tensión. Así que en parte el mensaje que queríamos transmitir con la organización era ese y me pareció muy importante y muy lindo”.
“Fue un desafío difícil porque nadar en aguas frias es algo que hay que entrenarlo y acá en Buenos Aires no tenemos temperaturas tan bajas. Para mí significó un reto muy complicado”.
Preparación:
“Yo el anteaño pasado participé en el mundial de aguas gélidas que se realizó en el glaciar Perito Moreno. Ese fue otro desafío demasiado grande como para poder empezar. Se me hacía muy difícil a mi entrenarlo. A mí me dieron la posibilidad en pleno julio la gente de Jetpark, de entrenar nados en pleno invierno en unas aguas que tenían entre 7º y 10º. Después hice inmersiones en aguas con hielo en bañaderas y tachos que llenaba con agua y hielo para intentar sumergirme ahí para tratar de aguantar el mayor tiempo posible, siempre progresivamente. Es algo que hay que entrenarlo, pero no es imposible”.
Cruce y temperatura del agua:
“Yo hice el cruce durante el 26 de enero. La temperatura del agua estaba entre tres y cinco grados dependiendo de la profundidad. En aguas argentinas la armada naval de Ushuaia me acompañó en todo momento y la verdad es que se portaron muy bien conmigo. Después en aguas chilena iba acompañada por las autoridades y prefectura de Chile. Pero el asesoramiento me lo brindó la armada argentina y esa es la temperatura que se tomó”.
Distancia y cruces:
“En la distancia que uno puede realizar depende de los dos cruces que hay: uno que es aproximadamente de 9 km y después hay otro que es una milla náutica. Todo va a depender de las corrientes del mar y de la deriva. Nosotros teníamos plan A y B. Primero dependíamos de prefectura porque la ventana climática que tenía era de cinco días. Entonces dependía de ver cuál era el cruce que ellos me iban a facilitar porque allá tenes las cuatro estaciones en un dia y eso nos jugaba en contra”.
“Dependíamos de que no llueva y del viento, que era un factor clave. Si bien llovió durate las tres horas de navegación hasta llegar a Punta Cabo Peña, Chile, después el universo hizo lo que tenía que hacer y salió el sol. Se levantó un poco de viento, pero no impidió que se realice el cruce”.
“Entonces me habilitaron ese cruce que es una milla náutica desde Punta Cabo Peña (Chile) hasta Isla Miquelain (Argentina). En caso de que la deriva me llevara mucho, yo iba a terminar en Isla Martillo, que queda al lado. El cruce era válido igual, pero iba a tener a tener que nadar más. Si bien se nadó un poquito más porque la deriva me llevó, fue un cruce muy favorable”.
Los días previos a la competencia:
“Como se abre una ventana climática de 5 a 10 días en donde uno tiene que estar en el lugar donde va a ser el cruce, uno tiene que mantener la dieta en esos días previos porque no sabe cuándo va a ser el cruce. Puede que la noche anterior te digan que te prepares para hacer el cruce, entonces uno siempre tiene que estar listo para ese momento. La alimentación siempre es la misma: una base de carbohidratos, proteínas y mucha hidratación”.
Confirmar que el cruce se completó:
“Los cruces son válidos a partir de que uno se levanta y sale caminando. Entonces en ese momento en el que yo toco tierra y estaba congelada sin sentir mis pies, manos y encías por la temperatura del agua. Tenía las extremidades adormecidas y no sabía cómo me iba a parar mientras venia nadando, pero en ese momento la adrenalina y el haberlo logrado invadió mi cuerpo, mi mente y fue todo satisfacción”.
“Yo soy una atleta muy pensante y en todo momento estaba pensando en lo que me decían mis amigos, mi entrenador y en mi familia, que me estaba acompañando en la embarcación de la armada y en todo el sacrificio que uno ha hecho para poder llegar ahí. Todo fue felicidad y a medida que pasan los días uno va cayendo en lo que ha logrado y ahí es el momento de pensar en lo que se viene porque uno siente como un vacío después de hacer un logro tan importante”.

Desafíos 2025:
“En breve vamos a estar participando de la Oceanman en Embalse, Córdoba. El año pasado estuve en Villa La Angostura. Ahí hice el sprint de 2 km y ahora vamos por el half de cinco kilómetros. Después estamos pensando programar otro cruce a fin de año. Nuestro país tiene dos organizaciones que tienen las triples coronas: tenemos a OWA que tiene la triple corona del Río de la Plata y tenemos a Nadando Argentina que tiene la del Fin del Mundo, que fue en la que yo participé. Está el canal de Beagle, el Estrecho de Magallanes y el cruce del Río de la Plata. Así que estamos analizando a ver si vamos a hacer algún cruce de esos o algún otro más picante”.
“De acá a que esté el calendario de aguas abiertas vamos a seguir participando. Alguna en Entre Ríos seguramente vamos a hacer cuando las tenga en calendario. También se viene el calendario de NAF, carreras en aguas frías que se hacen en invierno y tienen un lindo calendario. El año pasado fuimos a Tandil y estuvo muy lindo, aunque no pudimos participar en todas las fechas, así que este año vamos a tratar de meter algunas más”.
En el cierre de la charla, Lorena nos compartió su sentimiento sobre las metas como deportista: “La base es en el polideportivo “Luis Monti” en donde siempre trabajamos con chicos desde sus inicios como en su momento me he iniciado yo. Mi mensaje es para que la gente entienda que todo se puede y que con el deporte podemos avanzar un montón y la sociedad puede cambiar. El deporte te da muchos valores y es un lindo mensaje para que comprendan que este no está limitado y que todo se puede, ya sea en aguas frías o cálidas, o haciendo tenis o fútbol. Yo creo que el deporte es la base de todo”.
Lorena, se propuso y logró superar este nuevo desafio deportivo, a partir de la constancia en el entrenamiento con seriedad y responsabilidad, con una familia que la contiene, a la cual le brinda todo su afecto y tiempo, sin descuidar su actividad laboral como profesional de odontologia.
Fotos y video: Gentileza de Lorena