Nicolás Sánchez: “El handball es el segundo deporte más popular del país”
Nicolás Sánchez estuvo al frente del equipo de mayores del handball de Escobar desde 2020 hasta agosto de este año. Apostando por una nueva aventura, el ex árbitro y entrenador nacido en Garín conversó en una nota exclusiva para Radiodeportes acerca de su presente viviendo en Alemania, país que vio nacer al handball como disciplina deportiva.
¿Cómo se dio esta oportunidad de vivir en Alemania?
La chance se da porque el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania otorga estos cursos para entrenadores y profesores de educación física que vivan en países en vías de desarrollo. Cómo Argentina está dentro de esa lista de lo que ellos consideran países sub desarrollados, pude realizar la aplicación para la beca. Lo que estamos haciendo es un curso de perfeccionamiento en cuanto a entrenador de handball, para categorías infanto juvenil. Los mismos se dictan en español, junto con otros deportes que se dan en simultáneo. Hay básquet en inglés, preparación física en francés y ping pong en árabe. El programa en sí se llama ITK (Internationale Trainerkurs) y esta otorgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. Yo estoy becado en la Universidad de Leipzig, no puedo trabajar y tengo cubierto los gastos de alquiler, médicos y del día a día. Lo único que tuve que pagar por mi cuenta fue el pasaje desde Argentina hasta acá. Presente los papeles en febrero del 2020, pero se postergó bastante por la pandemia
¿Dónde estás viviendo y cómo es tu rutina diaria?
Actualmente estoy en la ciudad de Leipzig. Mi rutina diaria es estudiar de lunes a viernes por la mañana, que tenemos clases de 7:00 a 13:00. Me levanto, voy a la facultad y a veces tenemos hasta tres asignaturas por día. No solo hay clases de handball, sino que tenemos de medicina, teoría, entrenamiento, didáctica. A la tarde tenemos posibilidad de ir a observar y hacer entrenamientos en los clubes de la ciudad, además de poder conocer e ir a los partidos de la Bundesliga.
¿Cómo se vive el handball en Alemania?
El handball en Alemania es el segundo deporte más practicado después del fútbol. Tiene una gran cantidad de socios activos que lo practican. Hay escuelas deportivas que se dedican pura y exclusivamente a hacer handball. Existen clubes de alto rendimiento en los que, como pasa en Argentina con el fútbol, hay jugadores que desde muy chicos comienzan a entrenar y ya desde que son menores y cadetes (14-15 años) están entrenando doble turno.
¿Cómo afectó la pandemia tu trabajo como entrenador en Escobar?
La realidad es que fue complicado, debido a que apenas comenzamos con el proyecto empezó la pandemia. Teníamos altas expectativas, por lo que fue una pena no poder tener competencia durante tanto tiempo. Trate de hacer hincapié en enfocarme más en lo social y poder generar una unión como grupo y equipo. Fue sacar un poco el conejo de la galera, pero cuando uno es entrenador necesita conocer a la gente con la que trabajas y el entorno. En ese entonces en Escobar había mucha diferencia etaria, y ese tiempo nos sirvió para tratar de achicar esas diferencias y generar un grupo.
¿Qué rescatas de este primer paso por el club?
Me quedo con la experiencia y la gente que conocí. Lamentablemente los resultados no nos acompañaron, y en el camino hubo muchas trabas que fueron sucediendo. Lo que pasó en Escobar es que hubo mucho recambio de jugadores que iban y venían, por lo que nunca se pudo terminar de consolidar un equipo y darles ruedo a todos.
¿Qué tiene que cambiar para que no se sigan repitiendo los vaivenes de resultados?
Creo que son varias cuestiones que se tienen que dar para llegar al éxito deportivo, que para mí es poder consolidar una base de jugadores y con un caudal constante. Para que eso suceda se necesita gente capacitada y que se la respete, además de que se la cuide y se sientan confortables en el ámbito laboral. Logrando eso se puede llegar a crear cosas interesantes. Hubo muy buenos entrenadores, otros no tanto y a veces por querer contratar al más barato se termina tirando por la borda todo el trabajo de años anteriores, y es un destruir y comenzar a hacer de nuevo continuo. Al no haber planificación a largo plazo constantemente se está empezando todo desde cero. El crecimiento de los clubes aledaños a la zona es en gran parte debido a que trabaja la misma gente hace muchos años y de forma contigua. Pilar sigue siendo municipal, pero los profes que están allí vienen desarrollando la actividad hace diez años. Campana es privado, pero el grupo de trabajo también está haciendo mucho tiempo con el mismo proyecto. Esa es la clave, continuidad.
¿Qué se puede trasladar de la estructura del handball alemán a las federaciones argentinas?
La cultura es muy distinta. Acá salís a la parada del colectivo y tenes publicidad del equipo o vas al baño de un bar y hay un cartel que dice cuando es el próximo partido. El apoyo financiero es vital para lograr un crecimiento, pero también hay un dato no menor a tener en cuenta: en Alemania todo el mundo consume handball, y en Argentina eso es muy difícil de lograr. Pero el trabajo cooperativo entre clubes y la inversión de las empresas es primordial, como lo hacen acá. Además, se realiza mucho laburo en las escuelas, organizando actividades y campamentos. La infraestructura es totalmente distinta, ya que hay veinticinco entrenadores por club con, mínimo, dos entrenadores por cada categoría, además de preparadores físicos.
¿Qué planes tenes para el futuro?
No lo tengo claro, no sé qué me deparará el futuro aún. En principio poder seguir dirigiendo a algún club. Me encantaría poder volver a Escobar, dependiendo de las condiciones. Quisiera poder trabajar en la formación de entrenadores, para poder multiplicar el conocimiento que estoy adquiriendo acá. Sobre todo, porque en la zona norte de Buenos Aires hay pocos, por lo cual me gustaría poder aportar mi granito de arena en esa área formativa.
Producción especial desde Europa para RDE: Sebastián Bustos Gómez